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Publicado 4 de octubre de 2022

LA ESENCIA DE NUESTRA HISTORIA está en las lenguas nativas

En Colombia hoy se hablan 65 lenguas nativas indígenas, dos criollas y una romaní (gitana), las cuales están en riesgo de extinción. Luego de 13 años de trabajo se publicó en febrero de 2022 el Plan Decenal que marcará la hoja de ruta para su protección.

Desde 1991 la Constitución Política colombiana contempló que las lenguas nativas eran oficiales en su territorio y pertenecían al patrimonio cultural de Colombia. Un derecho milenario que está en riesgo de extinción. Hoy son 65 lenguas indígenas, dos criollas y una romaní las que hablamos en Colombia además del español. Pero ni el 2% de los colombianos son bilingües en estas lenguas.

Desde perder los saludos, canciones y hasta nombres con los que identificaban sus territorios, han sido parte del debilitamiento de las lenguas. Una situación que ha llevado a que en la mayoría de los lugares donde hoy viven los 115 pueblos indígenas el español sea la lengua oficial y, en algunos casos la única, que existe para trámites administrativos, públicos, de salud, entre otros.

En esa lucha y búsqueda constante de no perder los orígenes, tuvieron que pasar 19 años para que en 2010 se promulgara la ley 1382, la cual consagra la promoción, valoración y difusión de las lenguas nativas. Fue el primer paso para reconocer y revitalizar las 68 lenguas de los grupos étnicos del país de origen indoamericano (habladas por indígenas), criollas (habladas por afrodescendientes) y la romaní (gitanos).

Recuperar la vitalidad de las lenguas de los pueblos originarios no ha sido un proceso fácil. La historia ha estado marcada por hechos que han condenado la extinción de algunas de ellas. La colonización del nuevo mundo en latinoamérica y las misiones de evangelización de grupos religiosos son algunos de los ejemplos que contribuyeron a la “aniquilación” de formas distintas de comprender el mundo:  “(…) la aniquilación no solamente se refiere a la desaparición física, sino también lingüística, como sucede hoy en día con algunos pueblos como los pijaos, conocidos también como los ‘natagaima’, los kankuamos, pastos, yanakunas, zenú, etc., que tienen existencia física como pueblos, pero no de su lengua en términos pragmáticos, aunque en las últimas décadas han focalizado sus esfuerzos por recuperar su inventario léxico”, se lee en el Plan Decenal de las Lenguas Nativas publicado en febrero de 2022 por el Ministerio de Cultura.

Este plan fue producto de 13 años de lucha y trabajo por la reivindicación, revitalización y recuperación de las lenguas en Colombia. Una cruzada en la que participaron los ministerios de Cultura, Educación, Interior y de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); el Consejo Nacional de Lenguas Nativas; y las entidades territoriales del país para avanzar en el reconocimiento, fomento, uso y preservación de las primeras lenguas que conoció el territorio nacional.

El primer paso para aprobar el Plan Decenal ante los indígenas y raizales fue ir a la Mesa Permanente de Concertación Indígena (MPC) y a la Comisión Consultiva de Alto Nivel. Fueron los propios pueblos los que retroalimentaron esta hoja de ruta para crear un plan estructural, con líneas de acción y el diseño de programas para su implementación.

Fueron más de 394 personas y 90 organizaciones las que participaron en la MPC para sistematizar y unificar en un documento los diálogos que se tejieron alrededor de este Plan Decenal para salvaguardar la esencia nacional. Fue un trabajo milimétrico, en el que además se creó un capítulo especial para la Amazonía colombiana, en la que están 45 de las 65 lenguas indígenas que existen en Colombia.

La implementación de este plan dependerá de la voluntad política y el aporte que cada sector del país realice. La institucionalidad es la única forma de cumplir con la deuda histórica. ¿Cuántos traductores existen? ¿Qué modelos educativos se han construido para preservar las lenguas nativas? ¿Cuántos sabedores e intérpretes se están capacitando? ¿Qué programas existen para dinamizar su uso? Son preguntas a las que hoy les faltan respuestas. La enseñanza y la transmisión intergeneracional de la lengua sigue siendo un reto.

En el país hoy perviven 115 pueblos indígenas con cerca de 1.9 millones de personas, que constituyen cerca del 4,4% de la población nacional. Pero no significa que todas estas personas hablen su lengua natal. Y ahí está el principal riesgo de extinción, al que se suma que la población de muchos pueblos se ha reducido significativamente. Por ejemplo, el pueblo Yamalero, originario de la Orinoquía en el departamento de Arauca,

tiene 142 personas, de las cuales sólo 104 hablan su lengua; o el caso del pueblo Tingua, del cual solo persiste un hablante que hoy hace todo lo posible por rescatar su cultura.

¿De dónde vienen las lenguas nativas?

Las dos lenguas criollas, palenque y creole, son originarias de comunidades afrodescendientes ubicadas en San Basilio de Palenque y las Islas de San Andrés y Providencia. A su vez, la romaní es originaria de los pueblos nómadas gitanos que se instalaron en el país.

Para lograr la implementación del Plan Decenal de Lenguas Nativas se debe empezar con las mismas entidades públicas en los territorios de las comunidades, para que existan traductores que garanticen el acceso a servicios como la salud, la justicia o la educación de los pueblos originarios.

La articulación entre los distintos actores públicos y privados es la vía para prevenir las amenazas y el riesgo de extinción de las lenguas, que por el momento solo se utilizan en ámbitos del hogar de las comunidades y no en espacios públicos. Erradicar prácticas como las de los misioneros que castigaban a quienes no hablaban español, son necesarias para comprender cómo en la actualidad se restringe el derecho de hablar su propia lengua a las comunidades indígenas y raizales de Colombia.

Historias de revitalización

DE NUESTRAS LENGUAS

Los 115 pueblos indígenas que habitan el territorio colombiano luchan contra un enemigo tan invisible como poderoso: el olvido. Sin tomar consciencia, los cambios generacionales han debilitado estas comunidades que luchan día a día por sellar su legado en la historia. Sin embargo, varios docentes, antropólogos, historiadores y miembros de algunas comunidades juegan un rol trascendental para revitalizar y conservar el legado.

La segunda lengua más hablada en Colombia

Weidler Guerra Curvelo

Con 30 años de trabajo como antropólogo, Weidler Guerra Curvelo de origen wayuu está convencido que hablar en la lengua original es un derecho de las sociedades. Considera esencial que se promuevan las lenguas indígenas en las escuelas, los espacios

públicos, las calles y, por supuesto, en el ámbito doméstico. Dice que en su mismo territorio, en La Guajira, hay muchos obstáculos para que el wayuu sea protegido realmente. Para él, esa es la manera fundamental de transmitir conocimiento y recobrar las tradiciones territoriales que caracterizan la diversidad de la sociedad colombiana. Su lengua es el wayuunaiki, la segunda más hablada en Colombia después del español con más de 400.000.

La batalla de una lengua contra la extinción

Hermes Netaly Sánchez Gómez

Hermes Sánchez pertenece a la comunidad de Buenos Aires en el departamento del Vaupés. Aunque en su región coexisten varias familias de diversos grupos étnicos, su lengua es el Cabiyarí, amenazada de extinción. Según el último conteo, existen 250 personas que se reconocen como miembros de su grupo étnico y de las cuales 20 hablan la lengua.

Aunque el panorama es difícil, Hermes trabaja por fortalecerla, revitalizarla y salvaguardarla. Con el apoyo de una profesora lingüista y un antropólogo, empezaron a recuperar prácticas ancestrales del pueblo Cabiyarí, dejando registros audiovisuales y traducciones. Un proceso que trascendió de simplemente grabar las historias que le contaban sus abuelos, a ser una tarea colectiva en la que la traducción se convirtió el comienzo de la reestructuración de un modelo educativo que permita conservar su lengua.

Desde hace un tiempo conoció a profundidad el proceso de recuperación y revitalización de la lengua muisca, en el cual, pese a los pocos insumos que encontraron en biblias y textos de misioneros, consiguieron consolidar un glosario con un centenar

de términos de su propia lengua. Actualmente, ha emprendido varios proyectos con las

mujeres cabiyari, como los talleres de alfarería y la construcción de la Maloka, los cuales buscan acercar a nuevas generaciones para preservar su cultura milenaria.

Un método tan único como maravilloso

Olman de Jesús Blanchard Maestre

Olman de Jesús Blanchar Maestre aclara que tiene estudios universitarios y formación científica, pero que su método fundamental de investigación como integrante del pueblo Kankuamo parte del pagamento o el tributo que debe hacerse en consulta con los guías espirituales. Él no es Mamo (sabio de su pueblo), pero en sus recorridos de aprendizaje ha venido recolectando las bases esenciales de la lengua kankuama y revisando la bibliografía existente.

Blanchard cuenta que a finales del siglo XlX, un sacerdote llamado Rafael Celedón vivió en el territorio de la Sierra Nevada y los Motilones, y dejó escrito el documento “Vocabulario de la lengua tanques”. Este texto, con más de 500 términos, constituye un punto de partida para reivindicar su lengua. Junto a otros docentes, construyeron dos cartillas que contienen una lista de topónimos, campos semánticos del cuerpo, la comprensión de aspectos de la naturaleza, el habla cotidiana y la numeración.

A esto se suma que desde 2009 lograron que la asignatura de la lengua kankuama fuera

tan importante en los colegios de la región como la enseñanza de las asignaturas básicas tradicionales. Este modelo educativo denominado Maku Joguki, en homenaje a los Maku, quienes son los padres y madres espirituales del universo, ha permitido que las nuevas generaciones se apropien de sus orígenes y revitalicen su cultura. Esfuerzos que también se han materializado en que los niños y jóvenes de la comunidad incluyen en su cotidianidad frases de la lengua Kankuama, bien sea en saludos o hasta canciones.

Canción infantil en lengua Kankuama

Zuminjanu, zuminjanu, dunahköna ni

ashirinuko, ashirinuko, ashirinuko ni.

yari nuko, yari nuko, yari nuko ni.

Buenos días, buenos días, amiguitos,

¿Cómo están?

¡Muy bien! …

Traducción: Olman Blanchard Maestre,

miembro del pueblo Kankuamo y docente.

 

Punchaiay pachamama

Poema

Suma yuiaiwa, suma kausaiwa, suma pachamama rigcharimi.

Suma yuiaiwa, suma kausaiwa, suma pachamama, rigcharimi.

Kuiaki Pachamama, nuka sunguwa kamta munaiki, kilpawai,

ama wañunki punchaiai, pachama nukanchipura suyu suyu,

purinchimi, takispa, tunaspa, kawaspa killata nukanchipa sungupi pakari.

Nukapa llakiikunata awama apaspa rii

Pachamama kawawai, kai tuta sakiwai, pakarinkama sakiwai, pachamama punchaiai.

Takisunchi tukuikuna Nukanchipa pachama punchaiakumi, wawitakunata kilpangapa.

Suma yuiaiwa, suma kausaiwa, suma pachamama rigcharimi.

Suma yuiaiwa, suma kausaiwa, suma pachamama rigcharimi.

Kamta kuiaiki, Pachamama.

 

Mi buen pensamiento, mi buen vivir, la madre tierra vuelve a brillar.

Te amo madre tierra, mi corazón te ama, cúbrenos, no mueras vuelve a brillar.

Nosotros madre tierra, vamos por el mundo cantando, al ritmo de la luna que se lleva

nuestras tristezas hacia el infinito.

Míranos madre tierra, déjanos esta noche, hasta el amacer, brilla pachamama en el nuevo día.

Cantaremos todos, por nuestra madre tierra, que cubra a nuestros hijos.

Mi buen pensamiento, mi buen vivir, la madre tierra vuelve a brillar.

Te amo madre tierra.

Autora: Antonia

Agreda, indígena

del pueblo Inga

 

Docente, licenciada en Lingüística y Literatura, con maestría en Administración y Supervisión Educativa, doctora en Ciencias de la Educación y asesora del Ministerio de Cultura para promover la protección de las lenguas indígenas y latinas en Colombia. Para esta edición nos compartió su poema Punchaiay Pachamama, que hace parte de un repositorio de obras artísticas que buscan revitalizar la lengua Inga y está dedicado a la relación que los ingas tienen con la madre naturaleza.

La apropiación

DE LAS LENGUAS NATIVAS

En un esfuerzo por empezar la implementación de las lenguas nativas, el Ministerio de Cultura transcribió a 11 lenguas nativas, 9 de ellas indígenas, los elementos esenciales de las medidas y orientaciones para prevenir el contagio del Covid-19. Asimismo, se tradujeron canciones de los pueblos indígenas, como el Carayurú, que es un rezo para protección y bienestar de los niños desde su nacimiento.

Estas iniciativas son un paso fundamental para cumplir con el derecho que tienen los 850 mil miembros de los grupos étnicos de acceder en sus propias lenguas a los contenidos informativos y documentos del Estado colombiano.

Las traducciones se hicieron en las lenguas Bora, Cubeo, Nasayuwe, Inga, Witoto, Wayunaiki, Iku, Tikuna, Sikuani, Romaní y el Ri Palenque, y respondieron a preguntas como: ¿Qué es el Covid-19? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cómo prevenirlo? Aquí unos ejemplos en audio y texto:

Lengua Witoto

*Ape ikong’o comemo jaiñeyena dait+kue.

 

Naga mona o ono+ ñueo jokori , ayo ja+noi d+ga ono+ jokora diga,

meit+a ape ikong’o comemo jaiñede.

– Daje itoi jia+puena ka+ onori

– +rared+mak+ ab+ri ka+ iñeiri.

– O t+eiakaniad+ o onokaik+mo o t+eeiri.

– o rochiruiad+ o puede ibaiyano jopomo uai o iri.

– Note raa o jet+akano, t+ikaikano ñue o doiri naga mona.

– Nate jopo o t+uiri,jañue jopo erodo jaiyena.

Veda+ o ñeiri o onoiad+ da come ikong’ona

Lengua

Cubeo

 

Esta es la canción de armonización y bienestar de los niños, quienes desde el nacimiento son protegidos por medio del rezo espiritual. El Carayurú es para proteger el cuerpo y el alma de los niños desde el vientre de la madre. La canción dice: “Cuando te enfermes, papá te dará una bebida ancestral. Está bien, está bien niños, duerman bien que papá tiene que descansar. Cuando despiertes papá estará junto a ti hijo mío”.

 

Lengua Iku o Arhuaca

*¿“Coronavirus” Zana’kwa rekusamu kawin?

“Coronavirus” uwu zanisi zueingwari gunari nunnay unchusi munu

munu, je awiri jabonusin. Ey anuwai gwi uwu “Coronavirus” zanisiza ní.

Ingeygwi juna wichamu uju uju menzange tugasi zueingwari, ema juna ni:

– Iku wichamu azuna jinasin unkudumanu nanukwa.

– Asinkirena ki mezaningeri, gunu dindin zanu unpá aukwa

– Kuramu mezanika ungeri, urakuse’ rinhachusa aukwa awiri kuka gumu

unkupá zun awi

– Bema junasin unnkunari tosi zoyari ipin kinki awiri uyazey kinki ipurasi

– Urskuse’ri buntikunu zakusasa aukwa

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