• Las artes, humanidades, literatura y cultura permiten formar ciudadanos más analíticos y respetuosos de las diferencias, cualidades necesarias para tener sociedades democráticas.

La profesora afirmó que “estamos ante una crisis silenciosa que podría hacer más daño que el COVID, y es la crisis de la educación.  En todo el mundo, el modelo educativo se ha vuelto técnico y autómata, dejando de lado enfoques hacía las artes, humanidades, literatura y cultura, lo que está creando ciudadanos autómatas que no piensan por sí mismos, no analizan y no hacen críticas constructivas”.

Nussbaum presentó tres capacidades que deben impulsarse desde la educación, las cuales permitirán a los países cultivar una ciudadanía democrática:

• Capacidad de pensamiento crítico: las democracias modernas están propensas a un razonamiento apresurado y descuidado. Se necesitan ciudadanos que puedan pensar y razonar, que cuestionen lógicamente, analicen argumentos y juicios para generar diálogos adecuados sobre las diferencias políticas e ideológicas.
• Capacidad de verse a sí mismos como seres humanos que conforman una sociedad: Es necesario comprender que hay diferencias, que somos parte de una sociedad heterogénea en la que hay necesidades compartidas y distintas dificultades. Por eso, es indispensable una educación multicultural que permita conocer los grupos que componen una nación, entender las diferencias internas y externas, conocer sobre todas las regiones del mundo. “Comprender temas como la migración y entender el mundo es fundamental para dejar los estereotipos, la ignorancia es una garantía del mal comportamiento”, afirmó.
• Capacidad de la imaginación: La educación imaginativa se cultiva con las artes, la literatura, la danza. Esta comunicación no es jerárquica, fomenta la alegría, el dialogo positivo, dan una perspectiva más abierta.

Según la experta la influencia de las ideas radicales ha tenido un impacto fuerte en el mundo entero, porque no se les está enseñando a los niños a pensar, sino a aprender algo estipulado. “La educación técnica que predomina en la actualidad, nutre una política obtusa que lleva a la polarización” aseveró.

Como parte de su conferencia, se realizó un conversatorio con Alejandro Gaviria, rector de la Universidad de Los Andes y Juan Carlos Henao, Rector de la Universidad Externado de Colombia, quienes coincidieron en que la educación tiene el reto de crear ciudadanos más humanos y sensibles que sean líderes positivos y analíticos.

En este espacio, se evidenció que el reto de los países para mantener su democracia es crear una cultura crítica, retomando las artes y humanidades en todos los niveles de educación, para impulsar la simpatía y la compasión, que fomenten el respeto de las ideas de los otros.

Se resaltó que, empresas como Apple y Google han entendido que el pensamiento crítico y la imaginación son indispensables para el éxito organizacional. Por eso, tienen en sus equipos a profesionales de las áreas de las humanidades, quienes tienen más desarrolladas esas capacidades y aportan de manera importante al mejoramiento de las relaciones laborales, el trabajo en equipo y el debate constructivo.